Las imágenes de las plantas son referenciales, la entrega de las plantas es a coordinar por nuestro Instagram , síguenos y activa la campana del perfil para ver en nuestras historias cuando despachamos los pedidos!
¿Conoces la Tradescantia zebrina? Te la resumo en pocas palabras: decorativa, fácil de cuidar y crece y se propaga a-toda-pastilla. Eso sí, por mi experiencia, tiene truco. Porque hay gente a la que se le da fenomenal sin hacer nada y gente a la que se le muere haga lo que haga…¡te cuento mis conclusiones!
¿Ya sabes dónde la colocarías? Pues espera, ¡que voy a contarte más sobre ella!
La Tradescantia procede de Centroamérica. Es un género formado por unas 30 especies, siendo la zebrina o panameña una de las más conocidas.
Es una planta increíblemente agradecida. Sus hojas son ovaladas. Verdes y plateadas por su parte superior y moradas en el envés. Crecen muy rápido en todas las direcciones, lo que hace que su volumen sea muy espectacular en poco tiempo. Lo más habitual es encontrarla en macetas colgantes o en los pies de plantas de mayor porte. Yo de momento la tengo en una maceta sobre un pie. Ha crecido tan rápido que en pocas semanas todas sus ramas caen hacia abajo cubriendo la maceta y parte del soporte.
Como su nombre es algo difícil de recordar, quiero contarte una curiosidad: su nombre común es “amor de hombre”. ¿Sabes lo que “cuentan” por ahí? Que se debe a la facilidad que tienen para “agarrarse” a cualquier medio para echar raíces y crecer (toma que toma). Anécdotas aparte, ésta es una gran ventaja. Sus ramas llegan a hacerse tan largas que pueden romperse fácilmente. ¡No te preocupes! Puedes meter en agua las ramas que se hayan caído y cuando echen raíces (en pocas semanas) puedes volver a plantarla. ¡Crecerá y crecerá de nuevo sin parar! También puedes meterlas directamente en tierra. Te cuento mi caso: se me cayeron 3 ramas en una maceta en la terraza. Como no tenía manos para cogerlas, las dejé allí y se me olvidaron (cabeza loca). Bien, pues un mes después tenía una tradescantia llena de hojas en esa maceta…¡y ni siquiera hice por enterrarlas!
Y ahora, vamos a ver como siempre el paso a paso:
Y AQUÍ VIENE EL TRUCAZO: igual te suena a locura pero después de pelearme con ella durante bastante tiempo, descubrí que en exteriores es infinitamente más fácil que en el interior. SI SI!! en el exterior! Si tienes una terraza o balcón a la sombra, te recomiendo que la saques fuera. Sólo te tienes que acordar de meterla dentro durante la temporada más fría del invierno. En mi caso ha sido un antes y un después. Y en el de muchos de mis seguidores también ¡está más que comprobado!